Existe el consenso científico que el fumar cigarrillos provoca cáncer,
enfermedades cardíacas, enfisemas, úlceras pépticas, entre otras enfermedades. Además, el hábito de fumar también puede afectar nuestro estado nutricional.
El hábito de fumar cigarrillos tiene conocidas secuelas en la salud de las personas. Si no se cuida la alimentación, se termina causando mucho más daño del que hace sólo el tabaco.
Si la adicción a la nicotina es alta, los fumadores deberán cambiar sus hábitos alimenticios para poder paliar los efectos del cigarro en su organismo.
Algunos factores:
Si la adicción a la nicotina es alta, los fumadores deberán cambiar sus hábitos alimenticios para poder paliar los efectos del cigarro en su organismo.
Algunos factores:
- El monóxido de carbono que se inhala puede bajar los niveles de HDL (colesterol bueno) convirtiéndose en un factor de riesgo independiente para desarrollar problemas coronarios.
- Hay pérdida de vitaminas antioxidantes, las cuales evitan que los radicales libres oxiden las células. Por ejemplo: La deficiencia de vitamina A es una de las razones principales para el deterioro de los pulmones.
- En las mujeres embarazadas que fuman, además de contraer riesgo de placenta previa, mortalidad prenatal y posible aborto espontáneo; nutricionalmente disminuyen la vitamina C, el zinc, ácido fólico e hierro. Estos nutrimentos son importantes para su estado prenatal, el desarrollo del feto y evitar infantes bajo peso al momento de nacer.
- Durante la lactancia, periodo donde alimentas al bebé, la nicotina aparece en la leche materna y se vuelve un factor de riesgo para el infante porque se convierte en un fumador pasivo.
La mejor acción que puedes hacer para mejorar tu salud y bienestar es dejar de fumar. Si deseas dejar de fumar y te preocupa que puedas ganar peso corporal aquí encontrarás algunos consejos. Fumar es mucho más perjudicial para tu salud que el ganar unas cuantas libras. Haciendo unos cambios tan simples como mejorar tu hábito alimentario y tu actividad física te ayudará a controlar el peso mientras dejas de fumar.
Haz el ejercicio parte de tu vida. Lleva una actividad física activa, esto te ayudará a controlar tu peso al aumentar la cantidad de calorías que tu cuerpo utiliza. Haz cambios saludables a tu hábito alimentario. Controla la cantidad de calorías que comes y mejora tu selección de alimentos con las siguientes recomendaciones:
1. Come una variedad de alimentos para asegurarte de obtener los nutrimentos necesarios para una buena salud. Añade variedad a la dieta incluyendo vegetales, frutas y granos secos.
2. Selecciona carnes magras, alimentos bajos en grasa y bebidas bajas en azúcar y calorías. Además, productos lácteos bajos en grasa, pescado y aves para que obtengas los nutrimentos que necesitas sin añadir calorías extras ni grasa.
3. Evita las "calorías huecas" seleccionando menos a menudo alimentos altos en grasa y azúcar y bajos en nutrimentos.
4. Reemplaza el cigarrillo con meriendas de frutas frescas, frutas enlatadas en su propio jugo o jugos 100% fruta y sin azúcar. Puedes usar goma de mascar libre de azúcar para satisfacer cualquier antojo dulce.
5. Al momento de eliminar la nicotina te puedes sentir intranquilo y nervioso y el consumir cafeína puede empeorar tu situación; así que evita los refrescos de cola, el café y el chocolate.
6. Cuando tengas deseo de fumar, sustitúyelo por un vaso de ocho onzas de agua. El agua no tiene calorías y de esta forma cumples con el requisito de ingerir de 8 a 10 vasos de agua al día.
Que no te de pánico por aumentar unas cuantas libras de peso. Acepta esa ganancia de peso como el resultado normal por la nicotina que eliminaste de tu cuerpo.
Las personas que fuman con frecuencia tienen deficiencias en numerosos nutrientes, incluyendo zinc, calcio, folato, vitaminas C y E, betacaroteno, licopeno y ácidos grasos esenciales en las familias del omega-3 y omega-6. Existen muchas causas posibles para esta deficiencia, incluyendo los radicales libres en el humo de los cigarros que destruyen a los antioxidantes naturales; sin embargo, para algunos nutrientes la única causa más importante podría ser una alimentación deficiente en lugar del hecho en sí de fumar (los fumadores tienen, en promedio, una alimentación menos balanceada que los no fumadores).
Unos de los efectos negativos es el descenso en los niveles de vitamina C en alrededor de un 25% en personas que fuman menos de 20 cigarrillos y un 40% en aquellos fumadores de 40 cigarrillos diarios o más. Esta disminución produce un aumento de los radicales libres del organismo provocando un envejecimiento celular.
Además, cierta evidencia sugiere que los suplementos de folato o de vitamina C podrían mejorar la función arterial en los fumadores, de ese modo posiblemente ayuden a prevenir la enfermedad cardíaca.
Altas dosis de vitamina E no han demostrado ser útiles para prevenir la enfermedad cardíaca o el cáncer pulmonar en los fumadores. Sin embargo, el consumo de vitamina E ha demostrado ser algo prometedor para reducir el riesgo de cáncer de próstata en los fumadores.
Además, cierta evidencia sugiere que los suplementos de folato o de vitamina C podrían mejorar la función arterial en los fumadores, de ese modo posiblemente ayuden a prevenir la enfermedad cardíaca.
Altas dosis de vitamina E no han demostrado ser útiles para prevenir la enfermedad cardíaca o el cáncer pulmonar en los fumadores. Sin embargo, el consumo de vitamina E ha demostrado ser algo prometedor para reducir el riesgo de cáncer de próstata en los fumadores.
Por todas estas razones, muchos fumadores indudablemente se benefician del apoyo nutricional en general en forma de una tableta multivitamínica/mineral. Sin embargo, altas dosis de la vitamina antioxidante betacaroteno podrían no ser útiles para los fumadores e incluso podrían causar daño.
Aunque las dosis nutricionales del antioxidante betacaroteno ayudan a suministrar la vitamina A necesaria, existe evidencia de que los fumadores deberían evitar altas dosis de betacaroteno.
Aunque las dosis nutricionales de betacaroteno (alrededor de 3 mg diarios para adultos) son probablemente saludables, los fumadores deberían evitar dosis de betacaroteno mayores que en el rango de 20 a 30 mg al día.